Chequeos médicos que debes tener en cuenta si tienes problemas en tu piel


 
¿Problemas en tu piel? 

Chequeos médicos que debes tener en cuenta si tienes problemas en tu piel

Por lo general no solemos acudir a un médico a menos que tengamos un problema. Sin embargo, los chequeos generales deben hacerse regularmente aun si nos sentimos bien. De esta manera podremos, no solo podremos evitar futuros riesgos médicos, sino que también podremos fomentar un estilo de vida más saludable. 

Es importante conocer cuáles son los chequeos generales que debemos hacer cuando tenemos problemas en nuestra piel. Tanto hombres como mujeres necesitamos atención profesional en diferentes etapas de nuestra vida. Empezando por buscar atención general, hasta acudir a médicos especializados y acordes a nuestra edad.

!La prevención y los tratamientos son clave para tener una buena salud a futuro!

1. Médico General

Una visita a un médico general sería el primer paso para asegurarnos que estamos bien de salud. Pues bien, acudir a la atención primaria ayuda a prevenir posibles problemas de salud, detectar problemas en sus comienzos y evitar complicaciones haciendo un control óptimo. 

Sin embargo, si se sospecha que el problema es grave, es importante consultar con un especialista. Estos médicos ayudarán a controlar cualquier problema relacionado a malestares específicos. 

  • Endocrino 

El endocrino es el especialista encargado de todas las enfermedades relacionadas a nuestro metabolismo, incluyendo la diabetes, los trastornos tiroideos, las glándulas suprarrenales, sexuales, y los trastornos de la nutrición.

Se recomienda acudir al endocrino y realizar un estudio metabólico en aquellas personas que detectan cambios inexplicables en su metabolismo, por ejemplo, un aumento o disminución de peso, cambio en la percepción de la temperatura, pérdida o aparición de cabello, alteraciones menstruales, secreción mamaria, o nerviosismo.

  • Nutricionista

El nutricionista es el profesional especializado en aconsejar, implementar, pautar y planificar dietas ya que es el mejor cualificado en temas relacionados con alimentos y la salud.

Se recomienda acudir al nutricionista para cambiar malos hábitos alimenticios por otros más saludables. También se recomienda acudir para aprender a comer sano, o para recibir asesorías en cuanto a la alimentación en diferentes etapas de la vida como son el embarazo, nutrición infantil, adolescente y ancianos ya estén sanos o enfermos. 

“Somos lo que comemos”. La nutrición adecuada es un pilar fundamental para llevar una vida saludable. Por lo tanto, es supremamente importante acudir a profesionales de la salud quienes nos pueden ayudar a aprender a nutrirnos de manera correcta y favorable para mantener el cuerpo saludable. 

  • Ginecólogo

El ginecólogo es uno de los médicos más importantes que toda mujer debe visitar, ya que se especializa en todo lo relacionado a los órganos femeninos. 

Acudir a un ginecólogo de confianza debería ser una acción periódica en la vida de la mujer. Por lo general, se recomienda que la primera visita sea entre los 11 a los 15 años, para que esta visita sea una forma de conocer más sobre nuestro cuerpo y responder dudas que se puedan tener al respecto.

Es importante resaltar que la prevención prima sobre el tratamiento en sí. El ginecólogo nos sirve de guía al enfrentar diferentes temas relacionados con el dolor menstrual, irregularidades durante los ciclos menstruales, bultos en el pecho, o infecciones. Además, nos ayudan a evitar enfermedades de transmisión sexual, el mejor anticonceptivo adaptado a nuestro cuerpo, e incluso sobre los métodos de fertilidad para lograr el embarazo. 

2. Dermatólogo 

El dermatólogo es también uno de los médicos más importantes a visitar. Este profesional se encargará de todo lo relacionado principalmente a la piel, pero también trata condiciones en el pelo o las uñas. 

Una buena rutina de la piel es importante, pero acudir a profesionales en el área es igual de importante en cuanto a tratar temas como el acné, eczemas, piel rosácea, psoriasis u otros cambios de la piel relacionados con el envejecimiento. Ellos también nos aconsejarán sobre cuáles son los productos o ingredientes que se adaptan mejor a nuestro tipo y condición de la piel, o cuales debemos evitar.

Se recomienda visitar al dermatólogo al menos una vez al año para realizar chequeos generales. En cuanto a problemas específicos, lo recomendable es acudir más a menudo o como lo estipule su médico.  

  • Autoexámenes 

Los auto exámenes en la piel son muy importantes para aquellas personas que tienen un mayor riesgo de cáncer de piel, como son las personas con inmunidad reducida, las personas que han tenido cáncer de piel anteriormente y las personas con antecedentes familiares de cáncer de piel. Aunque no hay una edad determinada para iniciar con los chequeos, es importante estar familiarizados con nuestro cuerpo y acudir al médico cuando se considere necesario. 

Si es la primera vez que examina su piel, dedique tiempo a recorrer cuidadosamente toda la superficie. Aprenda el patrón de cada lunar, de cada imperfección, de las pecas u otras marcas para que sea más fácil notar cualquier cambio.

Si bien los auto exámenes son importantes para detectar cambios en los lunares u otras marcas en la piel, un dermatólogo puede realizar un examen detallado de la piel y está capacitado para saber qué buscar.

3. Exámenes De Control Médico Según Tu Edad

Es claro que los chequeos básicos y preventivos, a comparación de otros más complejos y específicos no requieren las mismas pautas. El enfoque y objetivo será diferentes también para pacientes de alguna enfermedad y aquellos que presentan factores de riesgo que, a su vez, varían según la edad.

  • Adolescencia y los 20

A partir de los 18 años, se recomienda incluir en los chequeos generales la determinación de los niveles de colesterol en la sangre y la tensión arterial con una periodicidad de al menos 4 años. Es importante además tratar los temas de prevención de enfermedades de transmisión sexual, anticonceptivos, y actualizar las vacunas

Se recomienda además la eliminación de malos hábitos como el consumo de alcohol o tabaco. En las mujeres, se recomienda una citología cervical mínima cada 3 años.

  • De los 30 a los 40

Los médicos señalan que, a partir de esta edad, toda persona debería iniciar programas de prevención basados en pruebas básicas anuales. Si se tienen antecedentes de alguna enfermedad concreta, es importante iniciar los controles o pruebas para su prevención, diagnóstico o tratamiento. 

Se recomienda a las mujeres que a partir de los 30 años vigilar de cerca las alteraciones cutáneas, además de realizar citologías para descartar cáncer de cérvix, y hacerse las pruebas VPH (virus del papiloma humano).

  • A los 50 

Expertos de la salud señalan que a partir de los 50 surgen algunas enfermedades a las que se debe prestar especial atención: como son el cáncer de colon, factores de riesgo cardiovascular, tensión arterial, la hipertensión, el colesterol y la glucemia en sangre.  Se recomienda además la evaluación de malos hábitos como el consumo de alcohol cada dos años.

En las mujeres, y a no ser que haya antecedentes familiares, se recomienda iniciar a los 50 el cribado del cáncer de mama, la realización de mamografías dos veces al año; e iniciar el cribado de cáncer de cuello uterino cada 3 a 5 años hasta los 70 años. 

  • De los 60 en adelante 

Al entrar a esta edad, se recomienda además de lo mencionado anteriormente, medidas adicionales como el ejercicio físico frecuente si hay riesgo de caídas. Además, realizar el cribado de cáncer de cérvix, la detección de hipertensión y la valoración del riesgo cardiovascular. 

A partir de los 60 es importante empezar la vacunación en adultos: la antigripal de forma anual, y la antineumocócica cada 5 años. Además, es importante explorar en mayor medida los aspectos mentales como son la memoria o la orientación, así como la situación socio familiar y las limitaciones físicas y sensoriales. 

Así pues, es importante acudir al médico de forma periódica para detectar problemas que a la larga pueden tornarse graves. 

La prevención al igual que los tratamientos son claves para una vida sana.

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